Sección Túnel de El Árbol.

Esta etapa es una de las más interesantes, debido a que la obra de mayor trascendencia de este ferrocarril[1] es la construcción del Túnel de El Árbol. Además, fue la única obra de arte que se licitó de manera separada a diferencia de otras construcciones que tuvo el ferrocarril.

Cuando Domingo Víctor Santa María y Márquez de la Plata proyectó la posible extensión de un ferrocarril desde La Palmilla a Pichilemu, ya tenía considerado una obra de arte que, por obligación, debía atravesar el cerro. Como dato anexo, se presume que el Túnel de Las Vacas, pensado por Santa María, sería el antecesor del actual Túnel de El Árbol.

Las propuestas para la construcción del Túnel de El Árbol se analizaron “en Santiago a veinte y uno de Julio de mil novecientos ante el subsecretario del Ministerio de Industria y Obras Públicas que suscribe y en presencia de los interesados” (Ministerio de Industria y Obras Públicas, 1900).

“El presupuesto Oficial era $1.526.624, 46” (Ministerio de Industria y Obras Públicas, 1910-1911), siendo los postulantes a la construcción del Túnel de El Árbol, las siguientes personas:

Postulante

Diferencia presupuesto Oficial

1

Sr Coo y Sotomayor

+10,00%

2

Ignacio Vivanco

 -3,25%

3

Manuel Prieto

-8,00%

4

Luis Ortúzar

  -9,50%

5

Hermenejildo Santa María

-10,00%

6

Arturo Undurraga

-13,00%

7

Sr. Estrelow y Cía

-15,00%

8

Guillermo Subercaseaux

-15,10%

9

Julio Aninat

-17,51%

10

Juan De La Fuente

-20,10%

Cuadro: Postulantes a la construcción del Túnel de El Árbol. Fuente Ministerio de Industria y Obras Públicas, vol. 1228.

Luego de analizar las propuestas, el elegido fue Juan De La Fuente, sin embargo, aquí acontece que la persona seleccionada, quita su nombre de la propuesta a su cargo y en su sustitución queda don José Pedro Alessandri.

 

Fig.:
Construcción del túnel de El Árbol, boca poniente a oriente. Año 1904. Colección Museo Histórico Nacional.

 Ante esta renuncia, Julio Aninat[2], envía un reclamo hacia el Ministro de Industria y Obras Públicas, donde en su parte medular, expone que no está de acuerdo con que el señor De La Fuente haya quitado su nombre de la propuesta y en sus reemplazo aparezca el nombre del Señor José Pedro Alessandri, incluso deja entrever que si acaso es legal generar una renuncia y sustituirlo por otro nombre que no se encuentre dentro de los proponentes.

Ante esta situación el señor De La Fuente, explica, en una carta[3] al Ministro de Industria y Obras Públicas, “de que las propuestas las haría en mi carácter de empleado y mandatario especial del señor José Pedro Alessandri, en cuya oficina trabajo desde varios años atrás y con cuya confianza siempre he contado” (Ministerio de Industria y Obras Públicas, 1900)

En síntesis, después de esta discusión, el Ministerio de Industria y Obras Públicas ratifica la decisión de elegir como contratista al Ingeniero José Pedro Alessandri, siendo “la fecha de aceptación de la propuesta: 31 de Agosto de 1900” (Ministerio de Industria y Obras Públicas, 1900) y “el plazo de construcción de 4 años” (Ministerio de Industria y Obras Públicas, 1910-1911).

                        La Construcción del Túnel.

Muchas ideas sueltas se han planteado sobre la construcción del túnel de El Árbol, sin embargo, lo que se puede reconstruir históricamente es que fue una acción conjunta, es decir, no tan sólo fue pala y picota sino que también se introdujo la tecnología de última generación de la época: Las Perforadoras de Aire Comprimido.

Según cuenta el vol. 1813 del Ministerio de Industria y Obras Públicas, para la perforación del Túnel, el fisco realizó una “adquisición de seis perforadoras Mac - Drill y dos perforadoras Ingersoll” (Ministerio de Industria y Obras Públicas, 1905-1907), además que el contratista Alessandri fue autorizado para “que invierta la suma de cincuenta mil pesos ($50.000) de 18d en la instalación de perforadoras eléctricas” (Ministerio de Industria y Obras Públicas, 1905-1907). No obstante, estas maquinarias “serían adquiridas por el fisco luego de la terminación el túnel de El Árbol” (Ministerio de Industria y Obras Públicas, 1905-1907)[4].

Fig. : Roca con una perforación circular en uno de sus extremos, la cual fue encontrada donde se depositó el material extraído al cerro Butapangui para construir el túnel. Evidencia del uso de perforadas de aire comprimido. Año 2009. Foto de Juan Cornejo A.

Eso sí hay que exponer que el agujero al cerro Butapangui se realizó con “perforadoras de aire comprimido, habiéndose hecho un ensayo con perforadoras eléctricas, sistema que hubo que abandonar por no haber dado el resultado que se esperaba” (Ministerio de Industria y Obras Públicas, 2010: 209).