Últimos Años y Abandono del Ramal Pichilemu

El ferrocarril a Pichilemu, tal como se ha señalado, tuvo muchos problemas para su construcción –superando varios obstáculos los que incluso motivaron a no concluir las obras– lo que produjo muchos beneficios a nivel económico, sin embargo, aún más a la rentabilidad social.

Con el paso del tiempo, y con la modernización tecnológica el país, el ferrocarril a nivel nacional, inicia un proceso de cambio, en pro de una mejora sustancial a los servicios que ya ofrecía a los pasajeros e inclusive en el transporte de carga.

Fig.: Grupo de ferroviarios junto a las locomotoras Diesel n° 7106 y 7142. Foto original y gentileza Sra. Mireya Verdugo

En el caso del ramal de San Fernando a la Costa, no fue la excepción, debido a que se sustituyó la tracción a vapor por el diesel, siendo desplazada todo el parque de locomotoras a carbón a la 3° y 4° zona[1] respectivamente. No obstante, el arreglar los caminos y el inicio de la masificación del automóvil, desencadenaron una gran competencia al ferrocarril.

 Lamentablemente en el año 1979, el subsidio con el cual el Estado de Chile sostenía y que era de vital importancia para la ferrocarriles es eliminado, dejando como consecuencia que se desplace el concepto de rentabilidad social por el de costo – beneficio, siendo la finalidad dejar solo los servicios que sean rentables y descartar los que generen más gasto que utilidades.

En este contexto, la gran cantidad de ramales, existentes en nuestro país, se encuentran con el problema de ver en cualquier momento sus servicios suprimidos y posteriormente levantados, siendo uno de ellos la vía hacia Pichilemu.

En la década de 1980, el servicio hacia Pichilemu, era bastante deficiente, las frecuencias también disminuyeron, salvo en el verano, que de manera excepcional, se podían realizar  servicios especiales. La vía férrea, se estaba deteriorando, producto de la mala mantención; incluso se cierran estaciones, transformándose tan sólo en paraderos.

Todos estos factores indican que el autofinanciamiento, a la cual se vio obligada a acatar la Empresa, estaba ocasionando un gran estrago en las vías del progreso, provocando lo más temido: una supresión masiva de los servicios de las líneas férreas secundarias.

Como ejemplo en la región de O´Higgins, en el año 1982, se eliminó el servicio del ramal Pelequén El Carmen, concretándose posteriormente el levante de rieles en toda su extensión.

En el caso de la línea férrea a Pichilemu, Ferrocarriles decide poner fin al servicio de pasajeros en el año 1985, pero debido al reclamo general se extiende el servicio hasta el 9 de marzo de 1986, fecha en que se elimina de forma indefinida el tren de pasajeros, manteniéndose únicamente el carguero, pero solo hasta El Lingue.

Luego de la eliminación del servicio de pasajeros, la vía al no ser mantenida de manera periódica, se deteriora aún más, provocándose un gran socavón en el kilómetro 99 –específicamente a unos metros del Paso Las Mulas– impidiendo de forma momentánea que llegase a la costa un tren. 

Fig. Túnel el Árbol, foto de José Arriagada.

Se realizaron trabajos y quedó arreglado, sin embargo, al parecer ya no existe interés de que retorne un tren a Pichilemu. En el año 1993 deja de circular el carguero, donde queda abandonada la vía completamente.

Los efectos del abandono, no se hacen esperar, el hurto e incendios de durmientes, rieles, nuevos reblandecimientos de la vía, deterioro de edificios de estación, bodegas, se producen de manera reiterativa.

En 1991, se incendia la estación de Pichilemu, consumiendo las llamas gran parte del edificio, posteriormente se lograría reconstruir pero no en su totalidad  

En el mismo año, se inicia el levantamiento de algunos desvíos del ramal Pichilemu, lo que ocasiona protestas. A pesar de esto igual ferrocarriles procede a extraer estos rieles.

En 1993 se proclaman como Monumentos Nacionales las Estaciones de Placilla, Colchagüa y Pichilemu, además del túnel de El Árbol y el caballo de agua[2] de la Estación El Lingue.

En junio de 1995, E.F.E.[3] traspasó la sección carga a F.E.P.A.S.A.[4], quien no tuvo interés en ocupar el ramal Pichilemu, agudizándose aún más el deterioro de todas las obras e instalaciones de la vía a la costa, quedando en un estado tan deplorable, que solo faltaba el levantamiento general de la vía o que germinara un proyecto estatal o privado de restablecimiento del servicio.

Fig. Túnel El Quillay, foto de Jorge Farías.

[1] Ferrocarriles del Estado a nivel nacional, se encontraba dividido en la Red Norte y Red Sur. La última se subdividía en 4 zonas: 1° zona: Valparaíso - Mapocho; 2° zona: Alameda – Talca; 3° zona: Talca – Temuco y 4° zona: Temuco  - Puerto Montt.

[2] Actualmente se encuentra en el Museo del Niño Rural de Ciruelos.

[3] Empresa de los Ferrocarriles del Estado.

[4] Ferrocarril del Pacífico Sociedad Anónima.